La Cooperación Internacional para el desarrollo en Andalucía, hoy más que nunca, necesita de tu ayuda debido a los importantes recortes públicos que en estos años y sobretodo tras esta situación de pandemia, se está produciendo en el sector

La Cooperación Internacional para el desarrollo en Andalucía, hoy más que nunca, necesita de tu ayuda debido a los importantes recortes públicos que en estos años y sobretodo tras esta situación de pandemia, se está produciendo en el sector

La cooperación andaluza consigue mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo, en especial la de las que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Los agentes de la cooperación andaluza sumamos décadas de experiencia, de aprendizaje mutuo y acompañamiento a la población de los países del Sur en la lucha contra la desigualdad social. Esta trayectoria nos convertía en una comunidad autónoma referente en cooperación para el desarrollo no solo en España, sino a nivel internacional, ejemplo de solidaridad y de buen hacer.

Sin embargo se está provocando un efecto devastador sobre esta política. En apenas dos años la AOD se redujo a la mitad (del 0,14 en 2018 al 0,07% de 2020). Incluso en los peores momentos de la pandemia, cuando los retos de la crisis hacían más necesarias las políticas globales, se han recortado fondos extra a su política de cooperación internacional.

En un escenario de crecimiento de los presupuestos públicos (gracias, principalmente, a la inyección de fondos europeos para la reconstrucción) y con muchos países en clara situación de desventaja frente a los efectos económicos y sociales de la pandemia, lo razonable sería que creciera la apuesta por la cooperación internacional, pero no ha sido así.

Los continuos recortes en la Ayuda Oficial al Desarrollo desde el año 2018 han tenido como consecuencia directa que el número de personas destinatarias de las intervenciones de las ONGD andaluzas se haya reducido hasta representar en la actualidad solo una tercera parte (de 17’5 a 5’5 millones) respecto a las de 2017 . También ha afectado a las propias personas trabajadoras de estas ONGD, que han pasado de ser 1.851 en 2018 a 1.180 en 2020; una reducción de más de un tercio de sus plantillas que tiene consecuencias tanto en el alcance de los proyectos que desarrollan como en la carga de trabajo que tienen que asumir sus profesionales.

Más allá de las cuestiones humanitarias, del masivo apoyo ciudadano a las políticas de cooperación internacional o del carácter solidario del Pueblo Andaluz, los continuos recortes a la AOD no son coherentes con el Estatuto de Autonomía, que establece que “la cooperación internacional con el objetivo de contribuir al desarrollo solidario de los pueblos” es un objetivo básico de la Comunidad Autónoma. Se incumple por tanto también el propio Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo (PACODE 2020-2023), que especifica que “el objetivo es que el presupuesto aumente al menos proporcionalmente a lo que lo haga el presupuesto de la Junta de Andalucía”. En 2022 será el más alto de la historia, con más de 43.800 millones de euros.

Por tanto, ante el preocupante descenso presupuestario para la Ayuda Oficial al Desarrollo, ahora es cuando las ongs de Cooperación Internacional necesitamos más de la ayuda privada de empresas y particulares.

Están en juego los derechos humanos de millones de personas en todo el mundo. Está en juego la definición de la Andalucía que queremos ser.